...la Biblia de Jerusalén
II Samuel 22, 35-39
35 El que mis manos para el combate adiestra, y mis brazos para
tensar arcos de bronce.
36 Tú me das tu escudo salvador, multiplicas tus respuestas favorables
37 Mis pasos ensanchas ante mí; no se tuercen mis tobillos.
38 Persigo a mis enemigos, los deshago, no vuelvo hasta haberlos
acabado.
39 Los quebranto, no pueden levantarse, sucumben debajo de mis
pies.